Siempre hay una primera vez...
Hoy he hecho mi primera sesión de meditación, y confieso que, al no tener expectativas ni recelos al respecto, me ha sorprendido y confieso que...gratamente.
Sé que habré hecho infinidad de cosas mal, que aquellos expertos en la materia se reirían de mí, pero ese breve lapso de tiempo dedicado a mi misma, sin pretesiones, sin juicio, sin prisas, sin reclamos, sin nada más que mi propia mente unida a mi cuerpo y la consciencia de ello me ha venido bien.
He sentido mi respiración, como mi cuerpo reaccionaba a ésta, sentía mi mente conectando a instantes con pensamientos, con emociones y volviendo a la calma después de haberlos reconocido. También he sentido el peso de mi cuerpo, sobre todo de mis pies en contacto con el suelo y de mis manos y brazos apoyados sobre mis piernas.
Muy consciente de mi misma, sensación extraña...
Cuando he abierto los ojos lentamente, me he quedado unos segundos mirando a la nada, mi entorno estaba borroso, indefinido, pero me sentía relajada.
No sé si por descarga emocional tras esa relajación o porque no lo he hecho bien, me han dado muchas ganas de llorar, pero no lo he hecho, dudaba si dejar que fluyera o si retenerlo y al final, he mirado de distraerme para no caer en el llanto...no sé si podría salir si entro...
Volveré a intentarlo...veremos a ver como va...
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