Jornada de reflexión...

Quizás sería más sencillo para mi si tratara de cerrar los ojos y no ver de la manera en que veo las cosas.

 

Seguramente debería decir o hacer aquello que los demás esperan que haga para satisfacerles y que todo fluyera o, como veo hacer a mi alrededor constantemente, hacer ver que hago...pero luego en realidad hacer lo que me da la gana.

 

Negar la realidad, mirar para otro lado, ocultarse en ocupaciones varias, cargarles el muerto a otro, desviar la atención, disimular, culpar y exigir...

 

Lo curioso es que a mi edad, a veces, aun creo en que sean posibles algunas cosas que la vida se empeña en demostrarme que no lo son y, me doy contra un muro una y otra vez. Podría aprender, ciertamente pero no quiero hacerlo del todo, a esto si que me niego yo,...¿Qué sentido tendría todo esto entonces?

 

No seré capaz de comprenderlo todo, de saber las motivaciones reales de los demás y aquello que les lleva a comportarse como lo hacen, pero si soy capaz de comprenderme a mi misma, de saber que no actúo para hacer daño, sino de acuerdo a mis propias convicciones y a veces, aunque me duela muchísimo para evitar algo mucho peor.

 

Hay una frase que lo resume:

 

Es mejor un NO acertado que un SI desacertado