Confiando en el tiempo

Me muerdo el labio en demasiadas ocasiones, quizás por eso cada vez los tengo peor...

Ya puede ser por deseo, creando un bello gesto en mi rostro que quien lo recibe lo comprende a la perfección; por sorpresa, a la vez que mis cejas se arquean y mis ojos se agradan, y también por nerviosismo, llegando a sangrar en ocasiones cuando no consigo refrenar ese impulso.

Soy una persona nerviosa, impetuosa a la que, por contra, le gusta la tranquilidad. Puede parecer contrario porque las personas nerviosas no paran quietas pero yo necesito la tranquilidad de saber que todo está bajo control, la serenidad de no tener cosas importantes pendientes, de saber que los míos están bien y son felices, y así, como buena gata (confieso aquí mi carácter felino), puedo despanzurrarme en cualquier rincón y pasar largas horas disfrutando.

Siempre atenta, por supuesto, el mínimo ruido me alerta y me activa pero si no se necesita mi presencia vuelvo a mi "quietud". Lo pongo entre comillas para tratar de evitar comentarios del tipo...¿quieta tu?...;)

Últimamente hecho de menos esa calma interior, la gatita ya no duerme como antes, saca las uñas demasiado, bufa, se eriza y aunque suele recibir mimines necesitaría un camión de ellos para superar tanta angustia.

Nos mantendremos alerta, no queda otra...dicen que el tiempo todo lo cura, ¿verdad? 


Comentarios

Entradas populares